miércoles, 23 de marzo de 2016

¿Qué es el embarazo?

Se denomina embarazo, gestación, preñez o gravidez al periodo que transcurre desde la implantación del óvulo fecundado en el útero hasta el momento del parto.

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A partir de que el óvulo es fecundado se producen cambios en el cuerpo de la mujer, tanto fisiológicos como metabólicos, destinados a proteger, nutrir y proporcionar todo lo necesario para el desarrollo adecuado del feto.
Durante el embarazo se ponen en marcha complejos procesos hormonales que afectan a casi la totalidad de los órganos del cuerpo de la mujer provocando lo que conocemos como síntomas de embarazo.
El primer síntoma es la amenorrea o ausencia de la menstruación, pero pueden presentarse también otras señales de embarazo como hipersensibilidad en los pechos, mareos, náuseas, vómitos, malestar y cansancio.
En el embarazo humano la gestación suele ser única, sin embargo pueden producirse embarazos múltiples. Dependiendo del número de óvulos fecundados y el momento en que se produce la división del cigoto, hay diferentes tipos de gemelos: gemelos univitelinos, bivitelinos, embarazo gemelar triple, cuádruple, quíntuple, etc.

La duración del embarazo



La duración aproximada de un embarazo es de 280 días. Son 40 semanas desde el primer día de la última menstruación o 38 semanas (aproximadamente nueve meses) desde el momento de la fecundación.
Se considera un embarazo a término aquel que trascurre entre la semana 37 (259 días cumplidos) y la semana 42 de gestación (294 días cumplidos).
Un embarazo de menos de 37 semanas se considera pre-término, mientras que uno de más de 42 semanas se considera post-término.
Existe una fórmula para conocer la fecha probable de parto, conocida como Regla de Nagele, que consiste en restarle tres meses y añadirle siete días a la fecha (el primer día) de la última menstruación.
El embarazo se divide en trimestres. El primer trimestre abarca hasta la semana 14 de embarazo (12 semanas de gestación), el segundo trimestre de la semana 14 a la semana 28 de embarazo y el tercer trimestre desde la semana 28 a la semana hasta el nacimiento.
El período embrionario se extiende desde la implantación del cigoto en las paredes del útero hasta la décima semana de gestación, cuando se han completado las estructuras principales y pasa a considerarse feto.

¿Preparados para ser padres?

Imagen 3.

Tener un hijo es una decisión trascendental que modificará toda tu vida. Elegir el momento ideal es muy importante para facilitar la vida de ese bebé, ya que si la relación con tu pareja no es la adecuada, el nivel económico no es suficiente o tu carrera profesional te absorbe más tiempo del que tienes, el niño notará esas carencias. Averigua si este es un buen momento para tener un hijo.

¿Cómo saber si es el mejor momento?

Muchas parejas desean esperar al momento ideal para tener un bebé: uno en que las condiciones materiales, profesionales y emocionales aseguren una época perfecta para el embarazo. Pero los problemas profesionales, financieros y de salud pueden surgir en cualquier momento. Por eso, no debes agobiarte con preparar un mes ideal para quedarte embarazada, ya que si luego surgen complicaciones, será más duro de afrontar.Hay mujeres que siempre han deseando ser madres; otras miran a los bebés con ambigüedad. Si tu interés por la maternidad es reciente, tal vez te preguntes si estás preparada o no. Si ya has construido una vida plena (una buena casa, un buen trabajo, una relación de pareja satisfactoria), te resultará más difícil tomar la decisión, ya que un hijo cambia todas las perspectivas. Has invertido mucho en tu carrera, tus amistades y existen aficiones y actividades muy importantes para ti que deberás dejar de lado. El embarazo y la maternidad modificarán tu estilo de vida y perderás libertad y espontaneidad, lo que te puede resultar difícil de aceptar.Pero… ¿y las satisfacciones y alegrías de crear una nueva vida? Eso es lo que deberás sopesar, los pros y los contras de cada decisión.

Adquirir una perspectiva realista:
 La maternidad es una de las mejores experiencias de la vida, pero también tiene su lado negativo: noches sin dormir, niños sin parar de llorar, bebés exigentes e impredecibles, enfermedades… Hasta que se hacen mayorcitos, no pueden decirte qué les pasa ni qué necesitan, lo que hace que te sientas perdida y frustrada.Los bebés también exigen mucho tiempo y atención. Durante meses, él será tu máxima prioridad, lo que puede suponer una tensión importante en tus relaciones, tu trabajo y tu satisfacción personal.Sin embargo, estos aspectos que demandan la mayor atención serán también los que acabarás apreciando como más valiosos y enriquecedores. Tu bebé no sólo pondrá tu mundo patas arriba, sino que además te enseñará que tienes una inmensa capacidad para alimentar una vida. Te devolverá tu amor, haciendo que te sientas la persona más especial del mundo. Aun en los momentos más frustrantes, una sonrisa o una abierta y brillante carcajada de tu bebé pueden hacerte olvidar el agotamiento y las juergas perdidas con tus amigos.

Cuestionar los motivos. 

Aunque creas sinceramente que los dos quieren tener un bebé, tiene sentido considerar todas las cuestiones. Las siguientes preguntas no tienen una respuesta correcta o incorrecta, pero te pueden ayudar a reflexionar:
- ¿La idea de tener un bebé parece ser instintivamente el siguiente paso para los dos? ¿Siempre has dado por hecho que tendrías niños? ¿Simplemente quieres un hijo, o quieres uno concretamente por tu pareja? ¿Alguno de los dos quiere este bebé más que el otro? ¿Quieres tenerlo porque piensas que fortalecerá tu relación de pareja? ¿Qué imágenes te vienen a la mente cuando piensas en tu vida con tu niño? ¿Incluyen esas imágenes noches en blanco y pañales sucios? ¿Qué echarás de menos de la pareja cuando seáis un trío? ¿Tienes alguna ambición personal sólida que podría verse comprometida por tener un bebé? ¿Quieres un hijo que te compense por los aspectos de tu vida que te causan insatisfacción? ¿Parte de tus motivaciones incluye agradar a la familia? ¿Tenéis clara tú y tu pareja la dedicación de cada uno al bebé?

Tu actitud hacia la paternidad:
Este es el test definitivo para saber si estáis o no preparados. Si respondes “sí” a más de cinco preguntas, puede que necesites reconsiderar tu actitud hacia la paternidad: 
- ¿Tienes ya alguna ambición sobre el futuro de tu hijo?
- ¿No estás segura de cómo afectan las acciones de los progenitores a los hijos?
- ¿Todavía tienes que pulir algunos de tus puntos de vista sobre la paternidad?
- ¿Crees que, tras el nacimiento, el instinto se hará cargo y sabrás exactamente cómo comportarte con tu bebé?
- ¿Te preocupa que tú y tu pareja tengáis ideas distintas sobre la paternidad?
- ¿Crees que los bebés recién nacidos deben acostumbrarse a una rutina estricta?
- ¿Crees que el niño se beneficiaría de una rutina así?
- ¿Te ves capaz de mimar a un bebé?
- ¿Crees que los niños lloran sin motivo?
- ¿No te preocuparás por los cuidados infantiles hasta después del alumbramiento?
- ¿Te resulta difícil de tolerar la idea del desorden que trae consigo un hijo?
- ¿Prevés algún conflicto con alguien de tu familia por la manera en que piensas cuidar a tu bebé?

http://www.bebesymas.com/embarazo/que-es-el-embarazo 

https://www.todopapas.com/fertilidad/psicologia-concebir/preparados-para-ser-padres-913  

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